EDICTO:

Es curioso como ahora, leyendo el blog, uno se da cuenta de quien -a pesar de ser muy machote- tiene un corazoncito que se taquicardiea al recuerdo de los momentos de compañerismo antes vividos (di que si, señor Ismael) y de quien, como Silvia, la coordinadora mala, (porque qué mala es...) no se digna siquiera a escribir dos palabras. Lamentable Silvia...

ja ja ja. Bueno, sin dejar de lado la constante crítica a Silvia, la coordinadora mala, a la que espero se sumen nuevas voces, os cuento un poco mi situación: estoy aquí en Sant Pere (que efectivamente se dice pera, como la fruta), solo en una casa enorme llena hasta el tejado de objetos y esculturas de lo más bizarro, bien envuelto todo en telarañas. De los otros cuatro becarios solo queda una portuguesa que ahora está en paradero desconocido (así dicho, parece que la casa los va matando, pero no). Aquí hay muchos pavos reales -que comen moscas- muchas más arañas -que comen moscas-, y algunas salamanquesas -que comen moscas- y sorprendentemente tambien hay aún moscas y, por último, yo, que como lo que puedo (tengo que ir andando a comprar al pueblo de al lado!) y las veo agonizar una tras otra en la cristalera del estudio (todo un retablo de la vida y la muerte). Es horrible como las arañas se pelean por enmarañarlas mientras chillan. En lugar de superar mi aracnofobia les estoy cogiendo más miedo. Hijas de putaaa! que malas son! son mas malas que la Silvia! (la coordinadora mala).

Bueno. Tonto el que lo lea! 1 abrazo mu grande a tos

Excelentísimo Sr. Coordinador D. Helí García